miércoles, 30 de octubre de 2019

El Adversario de Emmanuel Carrere

El año pasado leí El Bigote, de Carrére y dejé pendiente volver a este francés. Y valió la pena.

A propósito de la liberación de un criminal después de 20 años de cárcel (no entraré en detalle de las atrocidades que cometió), liberación que ocurrió a comienzo de este año, escuché de este libro del año 2013, que trata sobre el mismo caso.
Este es el acercamiento de Carrére al personaje en cuestión, en un comienzo tal vez para novelarlo pero llegando finalmente a un libro con un toque un poco más periodístico, que también abarca el proceso personal que vivió el autor, en busca de la historia.

Muy recomendable.

Indias Blancas - Florencia Bonelli

Placer culpable totalmente. Novelita rosa disfrazada de novela histórica, con indios musculosos y apasionados, y doncellas delicadas que caen en la tentación. 
Todo pasa en Argentina, cerca de Córdoba (por eso lo tomé, una queridísima amiga que vive allá me lo recomendó), entre terratenientes de haciendas, cura evangelizadores e indígenas invadidos. Una buena excusa para contar una historia de pasión que en más de una telenovela hemos visto. Igual, algo cuenta de la sociedad retrógrada y cerrada de Córdoba, pero no digamos que sea un viaje cultural....
Así que mantengámoslo así. Para leerlo bajo el quitasol.

Serotonina - Michel Houellebecq

Nunca sé por qué vuelvo a Houellebecq. Sí, el tipo escribe magnífico, pero sus protagonistas siempre son personas solitarias, profundamente infelices, perturbadas. O todas las anteriores. 
Hay poca paz en sus libros; y tal vez sea eso lo que me hace reincidir. 

De qué trata Serotonina. De los efectos de la serotonina en un ser humano. De la abulia, de insensibilidad. De cómo las cosas empiezan a pasar alrededor de un hombre sin que realmente le importen.  De la tristeza incluso que produce no tener pasión...
No es un libro para levantarse el ánimo, y cuesta empatizar con el protagonista.
Pero uno agradece estar viendo de lejos lo que pasa, y no estar en sus zapatos.



El hombre que amaba los perros de Leonardo Padura

Fue el tema de conversación en varios almuerzos de oficina. A propósito de la famosa serie sobre Trotsky que está en Netflix, alguien comentó que era mejor el libro. Pero claro, nada que ver. 
El libro también habla sobre Trotsky y su muerte, pero convengamos que es un hecho histórico, por lo tanto libros/películas/serie pueden haber muchas. 
Bueno, vamos al señor Padura. Me encantó como escribe. Agarra desde el comienzo, y pese a que cuenta tres historias en paralelo (el narrador en Cuba, Trotsky durante su exilio y un español que después se haría famoso), resulta un placer difícil de abandonar. 800 páginas muuuuuy bien escritas, un relato cautivante. Puras flores.
Así que si bien no tiene nada que ver con la serie de Netflix (que de hecho no me gustó nada), sirvió la recomendación.
Obviamente voy a tener que insistir en Padura.

Dos amigas de Elena Ferrantes


Este es mi debut en los audiolibros. Y partí con esta saga, de cuatro libros: La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida. Más de 2000 páginas (varias, muchas horas) sobre la historia, efectivamente, de dos amigas. 
Es notable el desarrollo de las protagonistas, todo lo que les pasa en en un barrio marginal de Nápoles, en medio de familias profundamente ignorantes, que solo viven para sobrevivir. y cómo ambas amigas

van creciendo tomando decisiones tan distintas, siguiendo caminos separados pero que a veces se juntan, aunque uno no sabe bien por qué. Está lleno de personajes con los que uno se encariña a lo largo de los años, con lugares que se hacen propios, y finalmente con una relación de amistad que de alguna manera logré identificar como personal. Momentos, decisiones, que me pareció haber vivido de alguna manera. 

En cuanto a la novedad del audiolibro, me encantó. Salir a caminar escuchando un libro (o ir al Super, o manejar por horas) resultó extremadamente apacible y provechoso.
Esto fue solo el comienzo

.

La Matriarca, el barón y la sierva - Federico Andahazi

Este es otro de los autores que sigo como calcetinera.
Desde El Anatomista en adelante, me he deleitado con la pluma de este argentino.
En este caso, no desentona. Una historia triste (me acordé de Del Amor y otros demonios, de García Marques), en época de la guerra civil, que trata sobre la relación entre una niña tomada como esclava luego de la muerte de su padre, el Gobernador que se hace cargo de ella, y la esposa de éste.

No más de 250 páginas, pero intensas. Bellamente escritas; este tipo es un virtuoso.

martes, 22 de octubre de 2019

El abuelo que volvió para salvar el mundo de Jonas Jonasson


Conocí al sr. Jonasson el año 2013, con su primer libro "El abuelo que saltó por la ventana y se escapó", buscando algo que nos hiciera reir en un momento muy triste de nuestras vidas. Después de carcajearnos de lo lindo, esperamos con ansias los siguientes: La analfabeta que era un genio de los números y El matón que soñaba con un lugar en el paraíso.

Hace unos meses, sin saber que venía un cuarto, figuraba en El Ateneo de Buenos Aires con mi hija, y con la firme promesa de no comprar ningún libro más mientras no leyera los pendientes. Y apenas entramos, una torre con "El abuelo que volvió para salvar el mundo", la continuación de su primer libro. Así que hasta ahí duró mi promesa. (dos metros después encontré el último de Andahazi y volví a romper la promesa, pero para qué son las promesas sino para romperlas).
Bueno, Jonasson se repite un poco: en la forma de escribir, en el hilo de las historias, en sus personajes hilarantes y un poco limítrofes, en la cantidad de aventuras inverosímiles.

Como sea, logra nuevamente sacarme carcajadas

El pintor de batallas de Arturo Pérez Reverte

Hace unos 15 años, descubrí a Arturo Pérez-Reverte. Y tal como me ha pasado con varios autores, una vez me gusta uno, trato de leerlo todo. Así que leí varios libros de él. Ya iba como en el décimo y me empezó a aburrir, y algún otro autor llegó a mis manos así que lo abandoné. 
Después de todo este tiempo, decidí darle una vuelta con este libro, que no es ningún estreno (es del año 2006) . Parte un poquito flojo pero va agarrando vuelo. Trata de un pintor que no es pintor, en un lugar apartado realizando la que podría ser su obra maestra, y un encuentro extraño. Y luego toda una historia hacia atrás, con guerras, fotos, conversaciones y un amor perdido. Aunque durante la lectura hubo momentos en que no estaba muy convencida, finalmente me pareció una linda historia.

Sodoma de Frederic Martel

Tanto se hablaba del famoso libro que dejaría la escoba en las altas esferas de la Iglesia, que me lo conseguí prestado y lo leí. Falso. Empecé a leerlo. Lo pongo como "leído" porque avancé más de la mitad (con esfuerzo) y porque no pretendo retomarlo.
En primero lugar, no me gustó la forma de escribir del autor. En todo momento anunciando "papitas" de las que hablaría más adelante, (tratando de manejar el suspenso como un principiante), como si con eso pudiera provocar un nuevo cisma en la Iglesia, sin entender que todos sabemos que adentro es una podredumbre y ahí sigue. 
Además, Martell, que se reconoce de manera majadera como gay (parte de una comunidad que ha sido estigmatizada, maltratada, discriminada), en todo momento se refiere a ciertos curas, al describirlos en sus perversiones o conductas reprochables, como "manifiestamente gay friendly", lo que me resulta contraproducente.
Finalmente, me parece dudoso la cantidad de testimonios de primera fuente que logró rápidamente con un par de contactos. La cantidad de gente que se fue de lengua me hace dudar de la "novedad" de todas las infidencias obtenidas. Si esto no se sabía, era simplemente porque nadie tenía la más mínima intención de ver. Y si esto se supo no fue por el trabajo de Martell. Fue porque querían que se supiera.

viernes, 18 de octubre de 2019

Tokio Blues de Haruki Murakami

Hace mil años leí "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo", muy recomendado por un amigo lector compulsivo. Y creo que no fue una buena forma de iniciarme en Murakami. El libro es tremendo pero fue difícil agarrarle el ritmo. Así que no insistí con el japonés.
Conversando hace poco de esto con un compañero de oficina con el que compartimos el gusto por la lectura, me recomendó entonces Tokio Blues para reencontrarme con Murakami. Y la verdad, fue un acierto. Es una novela mas corta, que sigue los pasos de un estudiante, y su relación tormentosa (o compleja), con una chica más tormentosa y compleja aún.
Amé la forma en que Murakami describe los ambientes: sientes que te mojas cuando describe la lluvia, y te dan ganas de abrigarte cuando habla del invierno. Además, enganchas incluso con la forma de ser de los japoneses, tan distinta a la nuestra.
Obviamente ya estoy leyendo otro de Murakami (La muerte del Comendador,  que vendrá más adelante), y sigo fascinada con su pluma, la elegancia misma.
Vamos por el Nobel!

Hijo del Matadero de Maite Sasia

Llegó a mis manos porque lo editó mi suegra, que tiene una pequeña editorial. Además tenía el mérito de haber ganado un premio (que a veces no significa absolutamente nada).
La historia es similar a la de Matadero Franklin, la historia del Cabro Carrera.
Acá faltaron páginas, faltaron palabras, faltó profundidad. La historia es bien potente (según me contaron, Matadero Franklin da en el clavo, tengo que leerlo), pero no hay suficiente desarrollo, y queda coja en muchos momentos. Demasiados, incluso.
Una lástima.

El color del silencio de Elia Barcelo

Esto fue un chiripazo. Mi mamá me pidió que le bajara unos libros para el Kindle, pues se iba de vacaciones. Apareció con un listado de la Bárbaro Wood y otras joyas (?) de ese tipo, y entre ellos estaba éste. Por error lo instalé en mi Kindle y cuando estaba terminando el libro anterior olvidé cargar el que quería leer a continuacion, así que tomé este.
Una buena sorpresa. No es una obra maestra pero se lee rapidito.
Una pintora ya madura, y no muy querible, empieza a desenredar una historia familiar de su juventud. Un poco de misterio, buenos diálogos. 
Es un buen libro para las vacaciones.

Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman


Mi gran amigo Cristián tiene entre sus libros favoritos éste de Terry Pratchett y Neil Gaiman. Yo jamás había escuchado de ellos. 
Así que cuando avisaron que venía la serie en HBO, él estaba emocionadísimo y a mi me daba un poco lo mismo. Pero después de ver el trailer me pareció una historia demasiado divertida como dejarla pasar.
No solo la historia es delirante (se está preparando el fin del mundo, pero algo falla) sino que tiene una cantidad de diálogos divertidos, personajes estrambóticos, situaciones absurdas, en fin. Hay que leerlo concentrada para no perderse nada. No se pierde una sola línea. 
Me encantó.


lunes, 14 de octubre de 2019

La desaparición de Stephanie Mailer - Joël Dicker

Otra lectura de vacaciones. Hace como 5 años leí el anterior de Joël Dicker, "La verdad sobre el caso de Harry Quebert", y si bien no me fascinó fue un libro livianito y entretenido (livianito es un decir, sus casi  700 páginas casi me provocaron tendinitis, en la época pre-kindle). Así que recolectando material para mis semanas en la playa, agarré éste. No creo que lea algún otro de Dicker, hay tanto más por leer, y la verdad es que escribe demasiado del tipo "esto será próximamente un guión para una serie y ganaré mucha plata".
Hay un asesinato, un detective que busca la solución en el pasado, y gente que fue pésimamente interrogada por la policía 20 años antes (sino, no se entiende). Igual, las casi 700 páginas se leen de un zuácate.

La Invención de Morel - Adolfo Bioy Casares

De este libro supe en un programa de la radio, donde participaba María José Navia. Me pareció tan entretenida y enigmática la descripción, que me hice de él apenas pude. Y la verdad es que es tremenda novelita (160 páginas), ambientada en una misteriosa y pequeña isla. Sentí que todo el libro estuve escondida junto al protagonista para que no me pillaran. Esa es la sensación con la que quedé.
Aprovecho de decir que fue la única recomendación de María Jose Navia con la que he enganchado, lo intenté infructuosamente con Rodrigo Fresan y no hubo caso.

Las hijas del capitán - María Dueñas

Teniendo como referencia "El tiempo entre costuras", libro que no leí, (pero me gustó mucho la serie), decidí tomar este libro como lectura de vacaciones. Y la decisión fue bastante acertada. 
No hay taaanta profundidad en los personajes, pero pasearse por el Nueva York de hace varias décadas, habiendo estado allá hace relativamente poco, es entretenido. En realidad creo que siempre disfruto más un libro si sucede en una ciudad que conozco. 

Como sea, sus 600 páginas pasan volando, un buen libro para leer en la playa. 

Cambio de giro

Como la memoria es cada vez más traicionera, aparte de hacer la lista de libros que leo cada año (y que están en la columna del lado desde el año 2010), empezaré a hacer un pequeño relato respecto de cada uno.
No se trata de hacer un resumen o una crítica, para eso hay gente mucho más especializada que yo. O al menos con más conocimiento. O que creen tenerlo. En fin.
Pero lo que si me interesa es dejar plasmado al menos dos cosas: 
1.- Cómo llegó ese libro a mis manos. Soy de esas personas a las cuales le encanta leer libros recomendados. Ando con una libretita anotando las recomendaciones o sacando fotos a las portadas de los libros que otros leen. Y es así como se me junta una cantidad de libros absurda, que gracias a la llegada de Kindle no ocupa espacio en los sobrepoblados libreros de mi casa.
2.- Mi impresión del libro. Algo totalmente personal, quiero acordarme siempre si ese libro me gustó o no. Si leerlo fue un martirio o fluyo entre mis manos; si pensé en abandonarlo a poco andar, o si viví un luto cuando lo terminé.

Así que acá vamos. Y para aprovechar que aún lo recuerdo, haré mi breve reseña de los libros que he leído recientemente.

Suerte.