lunes, 29 de marzo de 2010

Usté... lo vio?

Escenario: Juzgado de Policía Local.
Época: hace varios años. Muchos varios atrás.

Una mujer denuncia a su cónyuge por violencia familiar ante el único representante de la ley, el juez de Policía local, el clásico mandamás de una localidad perdida en la mitad del campo chileno.

La denunciante presenta a su testigo, la vecina de la casa contigua.

Juez: Señora. ¿usté qué sabe sobre esta denuncia en contra de don XX?
Testigo: yo soy la vecina, y siempre escucho los golpes y los gritos de mi vecina cuando el marido le pega.
Juez: ya, pero.. usté lo vio?
Testigo: no, solo he escuchado, pero siempre hay pelea, y la vecina de repente aparece con el ojo en tinta o los brazos morados..
Juez: sisi, pero.. pero lo vio pegándole?
Testigo: no, no lo he visto, pero he escuchado...
Juez: ya, pero.... lo vio??
Testigo: no
Juez: entonces váyase señora, no tiene nada que hacer acá!!

Saliendo de la sala, la testigo en cuestión se lanza un gas de aquellos sonoros. Bien sonoro.
El juez lanza el grito: ¡¡¡Señora... cómo se le ocurre hacer eso, es una falta gravísima ante el tribuna!!!
Testigo: a ver, señor Juez,... pero usté lo vio???

jueves, 18 de marzo de 2010

Cosas que aprendí con el terremoto


1.- Que las linternas no sirven de nada si no tienen pilas.

2.- Que hay que comprar pilas.

3.- Que si uso pilas recargables, debo mantenerlas cargadas.

4.- Que la WIFI no funciona sin energía eléctrica.

5.- Que finalmente, al momento de los quiubos, puedo mantener la cabeza fría.

6.- Que es importante mantener a mano una llave del portero eléctrico del edificio.


7.- Que al centro de la capital la energía eléctrica llega rápidamente en caso de apagón.


8.- Que ahora en vez de decirse
maremoto, se dice tusunami, y en vez de apagón se dice black out.

lunes, 1 de marzo de 2010

Movimiento telúrico

Si me quedo mucho rato sentada, siento que está temblando.
Si me acuesto, ni hablar. Tiembla la almohada, el colchón y la cama completa. Aunque no tiemble.
Cualquier ruido de vidrios significa que puede estar temblando.
Todo mal. Trato de no ver las noticias, me cuesta creer tanta catástrofe. Me cuesta creer que edificios de 5 años de antigüedad se "desarmen", que edificios de oficinas nuevos y modernos de la Ciudad Empresarial queden inservibles. Que en la plaza de Talcahuano hayan barcos. O que Juan Fernández esté desolado. Sin hablar de Conatitución, o Iloca. O Curepto, de cuya suerte poco se sabe, pero que parece que está en el suelo.

Segundo terremoto que me toca. El primero fue en Viña. De vacaciones, porque en ese tiempo vivía en Temuco. ESO es mala suerte. Desde entonces tengo pánico por los movimientos telúricos.

Con el tiempo, y con esto de ser madre, me he controlado más, pero el susto lo tengo igual. Y resulta que ahora me toca soportarlo sola con mi retoño, poniendo cara de "todo está bajo control", y reprimiendo mis ganas de salir corriendo.

Luego de agradecer que no nos haya pasado nada, que el depto esté completito y que el cónyuge, luego de una semana en Concepción, JUSTO haya viajado de vuelta en auto el viernes en la noche, y haya llegado al poco rato del terremoto, trataremos de tomar esto con algo humor.

Porque a mi nadie me saca que eso de "Arjona viene por Quinta vez a la Quinta Vergara presentando su álbum Quinto piso", algo tuvo que ver. Como que con tanta coincidencia nuestra tierra no pudo aguantarse cuatro días, ¡cuatro días! y terremotear justo 25 años después del terremoto de San Antonio. Claro, de ser asi, los próximos tres de marzo me los hubiera pasado en Buzios por el resto de mi vida.