lunes, 22 de octubre de 2007

Leer los letreros

¿Cuántas veces nos hemos topado con alguna persona tratando de pasar por una puerta y empujándola con todas sus fuerzas, apoyado justo sobre el letrero que dice "TIRE"?

Siempre me he preguntado por qué a la gente le cuesta tanto leer los carteles o letreros que nos rodean. Resulta tan evidente que si existe un cartel es para ser leído y porque algo nos quieren decir... qué cuesta tomarnos 3 segundos, bueno, transemos en 15 segundos y leer los letreros famosos.
Reconozco que pierdo un poco la paciencia con esa flojera que abunda.

Hace unos días estaba en un edificio que tenía tres ascensores. Dos de ellos tenían sendos letreros que decían claramente "Todos los pisos". Y el tercero tenía, no digamos que una gigantografía pero sí un cartel absolutamente visible que decía (sic) "Este ascensor se detiene en los pisos 10, 11, 12, 13 y 14. Para los demás pisos, por favor diríjase a los otros ascensores del pasillo". Yo iba al 14º asi que me paré frente a ese ascensor y al lado mío se paró una mujer. Llegó el ascensor. Nos subimos al ascensor. Marqué el 14. Las puertas se cerraron. Y fue entonces que la mujer se puso a buscar el botón para llegar al 7º piso, inexistente. La botonera partía en el 10º. Y se empezó a desesperar y a apretar todos los otros botones diciendo "¿dónde está el 7? ¿Dónde está el 7?" -"Este ascensor no para sino hasta el diez". le dije en tono marcial. "¿y por qué?¿cómo lo hago para llegar al 7?" A esas alturas estaba sulfurada porque el ascensor estaba parando, producto de su ataque de histeria, en el 10, en el 11, en el 12, ufff. Tuve que explicarle como a una niña de 3 años que el cartelito que estaba abajao explicaba el mecanismo para llegar al 7º piso. ¿qué le costaba leer el letrero?

Otro clásico de los ascensores es que a pesar de que afuera de los aparatos existen flechas que marcan el sentido en que va el ascensor (una flecha hacia arriba si va subiendo, una hacia abajo si va bajando), impajaritablemente y a pesar de que la flecha hacia abajo se ilumine con fuegos artificiales, la persona que está en el pasillo va a preguntar a los pasajeros antes de subir: "¿baja?". Para qué está la flecha, digo yo. ¿O es que esas flechas manejan un margen de error superior al 75%?


En cuanto a los letreros, estadísticamente casi el 90% de las personas no lee los cartelitos a la entrada de las oficinas que dicen "Entre sin golpear". Todo el mundo golpea. Y si hay un timbre, toca el timbre, aunque un letrero le diga lo contrario. Aunque la puerta esté semiabierta (o semijunta, depende del estado de ánimo). Si ven un timbre, eso vale más que mil carteles o advertencias: hay que tocarlo.




Si se va a hacer un trámite a una Municipalidad, por ejemplo renovar el permiso de conducir, es cosa de seguir el cartelito que dice "LICENCIAS DE CONDUCIR", junto con una flecha. Es increíble la cantidad de tiempo que uno, simplemente leyendo el cartelito, puede ahorrar en filas en el mesón de informaciones, para preguntar dónde renovar la licencia. Ahora, si uno ya hizo el trámite y tiene que esperar un día para retirar el documento, es cosa de ir al mesón que dice "retiro de licencias," y listo, ¡ahí estará! Pero no, la gente no lee los cartelitos, y el único que ven, como si fuera la salvación y cura a cualquier problema es el de Informaciones (o una I mayúscula encerrada en un circulito). Entonces hacen la fila de 20 minutos para que le digan "siga el cartel".



Los carteles del tipo "no se aceptan cheques", nunca, jamás son leídos. De hecho, a la hora de pagar, y a pesar de que el letrero en cuestión se encuentre en la punta de nuestras narices, la primera pregunta será "¿puedo pagar con cheque?". Similar será la reacción ante el clasíco letrero en algunas cajas de supermercado: "Las facturas se emiten solo con la exhibición del Rut original". Pues no, siempre llega alguien que hace la tremenda fila, con el carro lleno de cosas, y dice "quiero factura pero se me quedó el RUT arriba del velador", como si el lugar donde se quedó el documento le diera más o menos validez a la excusa. Entonces la pobre cajera tiene que entrar a explicarle las políticas de la empresa mientras su interlocutor se niega a creer semejante cosa, y le rebate, provocando la ira de los que estamos detrás de la fila, queriendo comprar simplemente un litro de leche que faltó para el desayuno ¿pero por qué no leyó el cartel primero?.


Otra categoría es la de los conductores que no leen los letreros de "no estacionar" o "salida de vehículos". Más graves puede ser las consecuencias de no leer el cartel "pare", que no solamente dice PARE con todas su letras, sino que además es rojo; no hay dónde perderse. Ahora, también están los que se confunden, como el que interpreta el cartel de "lomo de toro", por el de "badén, peligro" con nefastas consecuencias en las asentaderas de los ocupantes del vehículo. O los que confunden el cartel de entrada a las autopistas con los carteles de ingreso al metro (aún no logro explicármelo) .

Ahora, otro tema son los tipos de reacción de aquel que no ha leído el letrero y ha quedado en evidencia (ya sea porque lleva media hora golpeando una puerta que está abierta, o se cansó de empujar una puerta que se abre tirándola). La mujeres por lo general se sonroja y se ríen como diciendo "uy, que gaaaaaansa". El hombre no, el hombre se enoja. A veces con él mismo, pero la mayoría de las veces con la sociedad completa. Como si fuera culpa de todos nosotros no haber leído el cartel...


Es por eso que yo leo los carteles. Me ahorro tiempo, y malos rato.


Hoy la propuesta es más que nada una invitación a leer los carteles y letreros que nos rodean.A veces, se ahorra tiempo, otras veces, como pueden ver en Proyecto Cartele, uno se puede reir mucho.

jueves, 18 de octubre de 2007

Las Palomas

Esto de vivir y trabajar en el centro de la ciudad, conlleva la convivencia con un montón de cosas clásicas del centro. Tanto, incluso que escribí un post dedicado totalmente al tema. Pero una de las peores cosas del centro, son las palomas.

Estamos invadidos por estos roedores con alas. Algunos puristas dirán que los verdaderos roedorse con alas son los murciélagos. Pero los murciélagos son muchísimo más discretos. Luego de casi 10 años solo he visto dos murciélagos en vivo. Claro, en las noches de verano puedo escuchar su vuelo desordenado pasando fuera de mi ventana, pero ninguno ha tenido la osadía de entrar a mi habitación. Ni siquiera se han posado en el canto de la ventana.




Pero las palomas... esas desgraciadas son los verdaderos ratones con alas. De partida el 75% de las palomas del centro tienen una garra o una pata menos. Aunque eso no les presenta ningún problema a la hora de pasearse por las calles. El plumaje seboso y su aspecto es intimidante. Claro , como casi siempre andan acompañadas se atreven con todo.


Reconozco ser de esas personas que cuando ve un montón de palomas en el suelo, le hace el quite y si es necesario me voy por otra calle. Además que no pocas veces he estado a punto de ser despeinada por uno de estos individuos, mientras practican el "vuelo rasante". Y entiéndase que al respecto no es el aspecto estético el que me preocupa. Es la cantidad de bichos de todo tipo que depositaría en mi cráneo. Me ha tocado ver palomas en tal estado, que casi se pueden ver las pulgas festinando entre sus plumas. Sin contar la cantidad de bichos no visibles al ojo humano.


Sé de gente que no tiene problema en patearlas cuando se le cruzan por el camino (incluso me toco ver a una amiga que, con chalas,le pegó una tremenda patada a una paloma, que quedó medio maltrecha pero que se recuperó en 1 minuto) También me he enterado de gente que les pega combos (Si! combos!!) si se las cruzan. A mi todo eso me da asco. Un asco tremendo.


El mito era que las palomas eran una "especie protegida", y que no se podían matar. Bueno, posilemente en otras ciudades no son un problema y la sobrepoblación no es tanta, así que no se justifique su exterminio. Y si se exterminaran al Venecia, le quitarían el "encanto" de ir a darle de comer a las palomas de la Plaza San Marcos, actividad que me parece igualmente asquerosa que respecto de las palomas chilenas. De hecho hace varios años estuve en Venecia y pude ver cómo la gente dejaba que las palomas se posaran en sus cabezas y hombros y se comieran el pan picado que un viejto veneciano vendía al precio del oro. Y me dieron naúseas. Ni el caracter de "veneciano" las hace más agradables.


Bueno, el asunto es que el año 1996 se facultó al Servicio Agrícola y Ganadero a autorizar su captura o caza con el objeto de controlar el daño que ocasionen en los ecosistema. Hay una ley que lo establece. Que maravilla. Ahora, lo hace a través de métodos bastante ingenuos, tales como recolección de huevos o crías. O sea... ¿con lo asquerosas que son, quién miéchica se atrevería a andar recolectado las crías? Lo ideal sería poder tomar acciones más severas (no pocas personas han propuesto la idea de alimentarlas con pan con cianuro. Incluso con uvas con cianuro....)



Sin embargo hay gente que sigue dándoles de comer. Hay kioskeros del centro de Santiago que tienen algunas palomas aguachadas y que las alimentan todos los días. Y cuando sus mecenas les tiran migas de pan, estos animales asquerosos se lanzan sobre ellas, sin importar nada, como un mar de pulgas, salmonella e Hiptoplasma capsulatum (cómo les quedó el ojo).


Hace unos años vivía frente a un clásico almacen de barrio, pero que era del porte de un baño, así de chico. Tenía desde pan hasta elásticos, pasando por escofina, cloro, y sobrecitos de champú. Todo iba bien hasta que nos percatamos que el dueño (un tipo bastante dudoso), tenía unas palomas aguachadas, a las que dejaba pasearse por el interior del local, en medio del pan, la mortadela y el queso!!! Hasta ahí no más llegó nuestra relación con el localcito..



Cómo serán de asquerosos estos bichos que hasta la página web "Conciencia- Animal" las cataloga como un peligro para la sociedad...


En fin, luego de todo esto discurso, mi propuesta es avisar a la gente que le da de comer a las palomas que está haciendo lo incorrecto. Con un tono pedagógico (pero un poquito de ironía jamás está de más) se les puede explicar que las palomas contagian Histoplasmósis, Salmonellosis, gastroenteritis, criptococosis, encefalitis y pseudotuberculosis. Incluso se les puede explicar amablemente que no por darle de comer a esos bichos, la Plaza de Armas se va a parecer a Venecia.

Ahora, si finalmente el personaje en cuestón no entiende estos claros e irrefutables argumentos, podemos apelar a la autorización legal de controlar esta nociva plaga (sin entrar en detalles respecto a las facultades que la ley realmente otorga), sacar rápidamente un rifle a postones y pegarle un postonazo a todas las aves que estén alrededor del individuo.


Les aseguro que no volverá a darles de comer. No porque haya entendido que son peligrosas sino por el susto de encontrarse con nosotros de nuevo...

viernes, 12 de octubre de 2007

Personas y personajes II

Sigamos con lo de los personajes:



7.- Hace muchos años trabajé durante un mes como promotora en el Alto Las Condes (en tiempos pre-JC Penney), y como tal figuraba instalada en un mesón, vestida de viejita pascuera, timbrando boletas y entregando cuponcitos de raspe y gane, con "increíbles premios". Ahí conocí a este personaje, una señora de la tercera edad, que prácticamente vivía en el mall. Estaba todos los días, todo el día. Bajita y redondita, de una melena pelo crespo entre rubio y blanco, siempre con un sombrero de ala ancha primaveral (estábamos en diciembre), del tipo Camilla Parker-Bowles. Conocía a todas las promotoras de perfumes de Falabella (en ese tiempo la única tienda ancla) y ellas le regalaban botellitas de prueba de perfume. Como esta vieja las tenía conquistadas a todas, incluso después volvía con sus frasquitos vacíos y ellas se las rellenaban. Y después de eso, pasaba a visitarnos en nuestro mesón y nos regalaba muestras de cremas, lápices labiales, etc. etc. Al poquito rato de conocernos empezó a contarnos de su vida. Y sentimos que eramos casi su familia. De hecho contaba a quien quisiera que había tenido un marido al cual había querido mucho, pero que el matrimonio no había resultado porque ella era frígida. Me acuerdo que un tipo que trabajaba en el mall, en la administración, sostenía con total certeza que la señora famosa nadaba en plata, heredada de su marido... Habría que preguntarle. De hecho hace unos meses la vi en el Alto Las Condes, conversando con las chiquillas de los Pretzels (que pucha que son ricos!!)




8.- El cafetero del café Caribe de Ahumada: ahora que he vuelto al centro, he vuelto a mi cafecito a media mañana en el Caribe. Y me he reencontrado con el famoso cafetero. Es el que maneja la máquina que está más a la izquierda del local (porque las que venden son las chiuillas que muestran las piernas). La primeva vez que lo , hace unos años, me llamó la atención su peinado. Partía con forma de punta a la altura de la frente con un par de mechas, y luego se abre como abanico para cubrir la parte trasera de la cabeza, hasta la nuca. Particular. Pero depués de mucho mirarlo (y muchos cafés), me di cuenta que el peinado es exactamente lo contrario. El caballero es prácticamente calvo, salvo unas pocas mechas largas que tiene en la nuca y que, a punta de gomina, se peina hacia adelante y lo hace terminar en punta en la frente. Una obra de ingeniería capilar. Realmente notable.




9.- Hoy ha aparecido en Las Últimas Noticias un nuevo personaje, el ahora denominado Pilucho de Providencia. Dicen que está hace tiempo rondado Provi con Lyon. Yo lo vi una vez hace unas semanas... sobran las palabras.










10.- En la plaza de la Constitución se instala desde hace años (lo digo porque me consta) una señora a pedir dinero. Pero tiene una táctica notable. Anda sin cartera y se acerca con cara de desesperada: "disculpe, me acaban de robar la cartera y no tengo plata para volver a mi casa". Al cominzo uno claro quen le cree, los robos están a la orden del día en ese sector, y encontrar a alguien en esa situación solo puede provocar compasión. Pero cuando me la encontré al día siguiente y me dio la misma chiva, me pareció demasiada mala suerte que le robaran dos días seguidos la cartera. Hasta ahí llegó mi cooperación voluntaria.




Acusando recibo del Señor que no Aporta, propongo interactuar con estos "personajes; incluirlos en nuestro círculo, hacerlos parte natural de nuestra cotidianeidad. No mirarlos solamente como bichos raros, sino incorporarlos a nuestro entorno. No escapar a su encuentro porque son "tan distintos"... En definitiva, es entretenido ir armándose esta "base de datos de personajes extraños", por último para tener algo entretenido que contarle a nuestros hijos.






A propósito de eso, mi papá siempre me ha contado de un "personaje" de su infancia. Un tipo que se paseaba por las calles del barrio Recreo, en Viña del Mar donde él vivía, cantando canciones a cambio de unas monedas. Pero la gracia de todo era que cada vez que terminaba una canción, cualquiera ésta fuera, gritaba "CHUUULA". Tal cual. Algo así como la firma al pie en un cuadro, o los créditos después de una película. .... un personaje, no?

lunes, 8 de octubre de 2007

Personas y Personajes

¿Cada cuanto tiempo usted se encuentra con un "personaje"?




No me refiero a aquel amigo que se dedica a lanzar talla tras talla, y que te deja con dolor de guata, y cuando se va tú comentas "uuy, es todo un personaje!". No, me refiero al personaje extraño, extrambótico incluso, que abunda por nuestra ciudad. Que lo identificas a kilómetros de distancia.



Yo vivo en el barrio del Divino Anticristo. Me imagino que a estas alturas todo el mundo sabe quien es el Divino Anticristo (no, no se remitan a ninguna película) Es el tipo que antes usaba falda, ahora pantalones a la rodilla, calvo y de panza prominente, que se pasea con su carro de supermercado por el Barrio Lastarria, vendiendo cosas (cachureos, dirán algunos), libros y manifiestos, que habla solo y que a veces le dirige la palabra a alguien, aunque nunca habla realmente con nadie. Ese que estuvo internado en un hogar para enfermos y que The Clinic logró sacar y devolver después de una gran campaña mediática. Ese que dice que los indios que tienen el local de la esquina son alemanes judíos disfrazados. ESE es un personaje. A ver, cuantos personajes he conocido....






1.- La Coneja: era una mujer de Viña del Mar. Hace 15 años tenía como 40 así que ahora debe rondar los 55. Todos los fines de semana de invierno (nunca la vi en verano), se le podía ver caminando por Reñaca, enfundada en un abrigo largo y negro, flaaaaaca, y con el pelo amarillo, en realidad casi blanco a punta de tinturas, lacio, cayéndole sobre la cara, unos lentes oscuros, y comiendo galletas Tritón. No conversaba con nadie, nunca iba acompañada.... era la viva imagen de la soledad.


2.- El Coco Loco: se ponía en la calle Valparaíso, también en Viña. Con un micrófono y vestido con terno al más puro estilo Pepito TV (pero en serio), ponía su humilde caja de zapatos por delante y se ponía a cantar canciones, usualmente alguna de Luis Miguel, mientras bailaba de manera compulsiva, mostrando los dos últimos dientes que le quedaban.




3.-El Fantasma de Andrés Bello: ése me lo topé mientras estudiaba derecho. Debía rondar los 65 años, de pelo blanco y peinado completamente hacia adelante, simulando una chasquilla "aparronada"(la foto es meramente referencial). Se paseaba por los pasillos de la Escuela, siempre estudiando, con los brazos llenos de apuntes. A veces entraba a clases (una vez estábamos en una sala que tenía dos puertas, una a cada lado del escritorio del profesor. El Fantasma entró por un lado y balbuceó unas palabras, como diciendo ·disculpen, me equivoqué de sala- para luego salir y entrar por la puerta del lado. Entenderán el nivel de desconcierto del pobre cristiano) Obviamente miles de teorías y leyendas se tejían en torno a él. Para nosotros, era el Fantasma de Andrés Bello y punto.







4.- Vitoko: a estas alturas también es un personaje archiconocido. ¿Ha escuchado usté del tipo que se sabe el plano del Gran Santiago de memoria? Si uno le pregunta por la calle "Asia", Vitoko inmediatamente te informa que existen dos calles con ese nombre, una en la comuna de Puente Alto y otra San Bernardo, y luego te indica la ubicación exacta de la calle y la manera más expedita de llegar allá. Tantos y tan ciertos son sus conocimientos que estuvo trabajando como voluntario para el Transantiago (porque además se sabe el plano con los nuevos recorridos). Si jasta salió en las noticias!!!! Bueno, Vitoko viste una parka en invierno, una camisa a cuadritos en verano. Cojea y usa unos lentes poto de garrafa. Luce un severo estrabismo, además. Siempre con una mochila a cuestas y una grabadora de bolsillo, a la cual constantemente le está cambiando las pilas. Ese personaje también estudió derecho y coincidimos en la misma escuela. Su rutina diaria era entrar a clases, y durante el recreo o en las horas libres, pasearse por la escuela y comentar para si lo que estaba pasando a su alrededor, hablándole a la grabadora (he ahí el gasto de las pilas) en una voz fuerte y metálica: "estamos en el casino de la escuela de derecho, y podemos ver a alumnos tomando café y otros jugando cartas, mientras la señora de la cafetería le da el vuelto a unos estudiantes que están comprando un completo". Si, yo fui compañera de Universidad de Vitoko. Vitoko pasó a segundo año de la carrera, a punta de la memorización mecánica de artículos y leyes. De segundo año no pasó. Incluso, cantamos juntos en el coro de la Escuela. Parece que no era tan desafinado, pero el tono metálico opacaba a los otros 30 integrantes, así que no duró mucho...



5.- No me acuerdo el nombre de este tipo. Tampoco me acuerdo de donde salió, pero un día llego a un ensayo del coro un "personaje". Rondaba los 60 años, flaaaaaco, como el Quijote. Usaba el pelo al rape asi que nunca quedó bien claro si era pelado o de poco pelo. Le faltaban algunos dientes y los otros estaba a punto de desertar. Hablaba tan rápido que parecía que le faltaba el aire. Y comentaba que era experto en sánscrito. Cuando uno le pedía mas explicaciones, su mente se iba a terrenos insondable, y hablaba de Ganímedes y de la influencia de la cultura celta. Un día dejé de verlo. Aunque ahora que lo pienso, puede que haya sido porque me retiré del coro....

6.- El diarero de Huérfanos: trabajé un par de años en Huérfanos con Morandé. Y justo ahí se pone un diarero que a estas alturas es un personaje clásico del centro de Santiago. Con una pichanguera de antología, vende la Segunda (o sea tiene trabajo a partir de las 14:00). Usualmente está vestido de preso, con traje a rayas. Otras, con sobrero alto y banda presidencial. Y a veces se le ha visto disfrazado de orangután. Aunque la vestimenta no es su única manera de llamar la atención, sino el famoso gritito de "seGUUUUUNda" que lanza, sin respeto a nadie, provocando amagues de infarto a todo el mundo. Estuve un par de veces a punto de pegarle un coscacho , por el sustito que pasé al escuchar el grito famoso. Incluso pensé alguna vez en acercarme por atrás, subrepticiamente, y pegarle un grito que lo dejara pegado al techo. Pero como no sé si su salud es suficientemente buena como para soportar el impacto, me abstuve. Aun me arrepiento.


A ver si luego me acuerdo de más personajes.....