Conversando hace poco de esto con un compañero de oficina con el que compartimos el gusto por la lectura, me recomendó entonces Tokio Blues para reencontrarme con Murakami. Y la verdad, fue un acierto. Es una novela mas corta, que sigue los pasos de un estudiante, y su relación tormentosa (o compleja), con una chica más tormentosa y compleja aún.
Amé la forma en que Murakami describe los ambientes: sientes que te mojas cuando describe la lluvia, y te dan ganas de abrigarte cuando habla del invierno. Además, enganchas incluso con la forma de ser de los japoneses, tan distinta a la nuestra.
Obviamente ya estoy leyendo otro de Murakami (La muerte del Comendador, que vendrá más adelante), y sigo fascinada con su pluma, la elegancia misma.
Vamos por el Nobel!
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