jueves, 18 de octubre de 2007

Las Palomas

Esto de vivir y trabajar en el centro de la ciudad, conlleva la convivencia con un montón de cosas clásicas del centro. Tanto, incluso que escribí un post dedicado totalmente al tema. Pero una de las peores cosas del centro, son las palomas.

Estamos invadidos por estos roedores con alas. Algunos puristas dirán que los verdaderos roedorse con alas son los murciélagos. Pero los murciélagos son muchísimo más discretos. Luego de casi 10 años solo he visto dos murciélagos en vivo. Claro, en las noches de verano puedo escuchar su vuelo desordenado pasando fuera de mi ventana, pero ninguno ha tenido la osadía de entrar a mi habitación. Ni siquiera se han posado en el canto de la ventana.




Pero las palomas... esas desgraciadas son los verdaderos ratones con alas. De partida el 75% de las palomas del centro tienen una garra o una pata menos. Aunque eso no les presenta ningún problema a la hora de pasearse por las calles. El plumaje seboso y su aspecto es intimidante. Claro , como casi siempre andan acompañadas se atreven con todo.


Reconozco ser de esas personas que cuando ve un montón de palomas en el suelo, le hace el quite y si es necesario me voy por otra calle. Además que no pocas veces he estado a punto de ser despeinada por uno de estos individuos, mientras practican el "vuelo rasante". Y entiéndase que al respecto no es el aspecto estético el que me preocupa. Es la cantidad de bichos de todo tipo que depositaría en mi cráneo. Me ha tocado ver palomas en tal estado, que casi se pueden ver las pulgas festinando entre sus plumas. Sin contar la cantidad de bichos no visibles al ojo humano.


Sé de gente que no tiene problema en patearlas cuando se le cruzan por el camino (incluso me toco ver a una amiga que, con chalas,le pegó una tremenda patada a una paloma, que quedó medio maltrecha pero que se recuperó en 1 minuto) También me he enterado de gente que les pega combos (Si! combos!!) si se las cruzan. A mi todo eso me da asco. Un asco tremendo.


El mito era que las palomas eran una "especie protegida", y que no se podían matar. Bueno, posilemente en otras ciudades no son un problema y la sobrepoblación no es tanta, así que no se justifique su exterminio. Y si se exterminaran al Venecia, le quitarían el "encanto" de ir a darle de comer a las palomas de la Plaza San Marcos, actividad que me parece igualmente asquerosa que respecto de las palomas chilenas. De hecho hace varios años estuve en Venecia y pude ver cómo la gente dejaba que las palomas se posaran en sus cabezas y hombros y se comieran el pan picado que un viejto veneciano vendía al precio del oro. Y me dieron naúseas. Ni el caracter de "veneciano" las hace más agradables.


Bueno, el asunto es que el año 1996 se facultó al Servicio Agrícola y Ganadero a autorizar su captura o caza con el objeto de controlar el daño que ocasionen en los ecosistema. Hay una ley que lo establece. Que maravilla. Ahora, lo hace a través de métodos bastante ingenuos, tales como recolección de huevos o crías. O sea... ¿con lo asquerosas que son, quién miéchica se atrevería a andar recolectado las crías? Lo ideal sería poder tomar acciones más severas (no pocas personas han propuesto la idea de alimentarlas con pan con cianuro. Incluso con uvas con cianuro....)



Sin embargo hay gente que sigue dándoles de comer. Hay kioskeros del centro de Santiago que tienen algunas palomas aguachadas y que las alimentan todos los días. Y cuando sus mecenas les tiran migas de pan, estos animales asquerosos se lanzan sobre ellas, sin importar nada, como un mar de pulgas, salmonella e Hiptoplasma capsulatum (cómo les quedó el ojo).


Hace unos años vivía frente a un clásico almacen de barrio, pero que era del porte de un baño, así de chico. Tenía desde pan hasta elásticos, pasando por escofina, cloro, y sobrecitos de champú. Todo iba bien hasta que nos percatamos que el dueño (un tipo bastante dudoso), tenía unas palomas aguachadas, a las que dejaba pasearse por el interior del local, en medio del pan, la mortadela y el queso!!! Hasta ahí no más llegó nuestra relación con el localcito..



Cómo serán de asquerosos estos bichos que hasta la página web "Conciencia- Animal" las cataloga como un peligro para la sociedad...


En fin, luego de todo esto discurso, mi propuesta es avisar a la gente que le da de comer a las palomas que está haciendo lo incorrecto. Con un tono pedagógico (pero un poquito de ironía jamás está de más) se les puede explicar que las palomas contagian Histoplasmósis, Salmonellosis, gastroenteritis, criptococosis, encefalitis y pseudotuberculosis. Incluso se les puede explicar amablemente que no por darle de comer a esos bichos, la Plaza de Armas se va a parecer a Venecia.

Ahora, si finalmente el personaje en cuestón no entiende estos claros e irrefutables argumentos, podemos apelar a la autorización legal de controlar esta nociva plaga (sin entrar en detalles respecto a las facultades que la ley realmente otorga), sacar rápidamente un rifle a postones y pegarle un postonazo a todas las aves que estén alrededor del individuo.


Les aseguro que no volverá a darles de comer. No porque haya entendido que son peligrosas sino por el susto de encontrarse con nosotros de nuevo...

5 comentarios:

El que no aporta dijo...

Comparto el asco por esos bichos nauseabundos. Lo peor es cuando uno se sienta en un local al aire libre a comer o tomar algo y andan revoloteando entre las mesas. Más de una vez he tenido que recurrir a los cubiertos o a lo que haya sobre la mesa a modo de proyectil...

No creo, eso sí, que quienes las alimentan vayan a entrar en razón con los pedagógicos términos que plantea. Tampoco con otros, a decir verdad. A lo mejor hay que exterminar a alimentadores y alimentados por igual. De esa manera acabamos de una vez con el problema completo, digo yo...

Fran dijo...

Mire, S.Q.N.A., no lo hábía pensado de esa manera.
Analizaré su proposición con mi comité creativo.
"te llamamos".

Mariposa dijo...

Queridísima,

me encantó tu propuesta, y todo lo que detallaste para respaldarla. Muy interesante.
Sin embargo, permíteme hacer una aclaración.
Roedores y Quirópteros (murciélagos) son órdenes diferentes dentro del reino animal. Aunque muchos lo digan, los murciélagos NO SON roedores con alas. En efecto, ambos órdenes comenzaron su diferenciación en el cretáceo tardío (hace unos cien millones de años).
Dejando la característica obvia de las alas de lado, la principal diferencia entre los roedores y los quirópteros, es que los primeros poseen incisivos que crecen a lo largo de toda su vida (de ahí que roen para gastarlos), como las ardillas, los hámsters, las ratas, los castores y los capibaras, todos incluídos en el grupo de Pequeños Hervíboros.
En cambio los quirópteros o murciélagos, se incluyen en el grupo de los Insectívoros, y todos, con excepción de aquellos "vampiros" que chupan sangre, se alimentan de insectos. No poseen dientes que crezcan a lo largo de sus vidas.
Sorry si te lateo, pero creo que es importante establecer las diferencias...

José Miguel dijo...

Qué gran aporte el de la señora de la Cruz.
Ahora, yo creo que las palomas de la plaza de San Marcos son más nocivas que las chilenas, ¿no ve que son importadas?

Walter dijo...

Patético post. No hay ningún animal nauseabundo, ni habría que exterminar a ninguna especie de animal simplemente porque al hombre - o a algunos - le molesta o le da asco. Por estos estúpidos motivos han desaparecido miles de especies solo durante los siglos XIX y XX. Te hace falta entender un poco mas el papel de la paloma en este mundo y el porque de la sobrepoblación, después verás como cambias de opinión y hasta te avergonzarás de lo que has escrito.
saludos.