jueves, 2 de octubre de 2008

Elecciones


En plena campaña municipal, imposible no escribir algo, cierto?
Vivo en una comuna en la que hace meses ya, de manera un tanto solapada, los dos más importantes candidatos a alcalde habían instalado sus hipermega gigantografías, con una sola letra. Los originales, los llaman.
Reconozco que cuando vi la Z la primera vez, lo último pensé era que se podía tratar de un candidato UDI,y Legionario de Cristo más encima... o sea, NADA más alejado de mi imagen personal de El Zorro (ojalá en versión Antonio Banderas). Luego apareció la R, pero envuelta en un circulito.. como la @rrob@, con la frase "que vuelva". En mi ignorancia pensé; bah, quieren que CTC Reuna vuelva!! (quien se acuerda del logo?) Pero no, era pura campaña municipal. Maldición.
A pesar de que a ninguno de los candidatos se le ha ocurrido la brillante idea de revivir esa tremeda hiper gigantografía que instaló Longueira en Plaza Italia (será una manifestación del ego?) eso de andar viendo letras en todas partes, es una verdadera lata.
Hoy apareció una carta de Ricardo Israel en un diario de circulación nacional. Porque, para los que no lo saben, Ricardo Israel (el cientista político, no el pelotudo) también es candidato por la Alcaldía de Santiago. Independiente, claro. Y el pobre ha dejado los zapatos en la calle haciendo puerta a puerta, conversando con la gente, bla bla bla, y preocupándose de no ensuciar la ciudad con papeles, papelitos y papelones. Toda la razón. Porque resulta que después, los que pagamos para limpiar la ciudad de toda esa basura, somos nosotros.
El problema es que con ese tipo de promoción, pasa inadevertido. Y el riesgo es que muchos santiaguinos concurran a las urnas y al ver la papeleta se pregunten ¿así que el comentarista ese colorína va a candidato? Y ahí, de seguro que saca pocos votos.

5 comentarios:

El que no aporta dijo...

¿Y la propuesta?

Qué manera de desvirtuarse este espacio. Proponga que votemos por él, que anulemos le voto, que propongamos frases creativas para hacerlo... pero proponga algo, pues, ¿no se trataba de eso? ¿Ahh?

Fran dijo...

No no, mire.. he decidido cambiar de giro. Ojo, no me estoy reinventando.
Simplemente, aparte de hacer algunas propuestas (a gusto y ánimo mio), estoy dando rienda suelta a mis ganas de escribir sobre lo que se me dé a regalada gana.
Qué tal?

montt (el que no dibuja ni palitos) dijo...

Ya estaba listo para escribirle diciéndole que la ensalada césar se estaba pudriendo de tanto chusmeteo en otros espacios.

Una aclaración, aquel comentarista deportivo pelotudo y malnacido tiene como nombre Mauricio y no Ricardo.

Y parece usted vieja chusmeta de por estos barrios, alegando que nuestros impuestos que pagamos (o al menos la mitad de lo que deberíamos) con el sudor de nuestra frente van pagar la limpieza de la ciudad.

El ejercicio democrático es eminentemente sucio - en todo sentido -, ¿o prefiere una dedocracia sin suciedad que una democracia en su ciudad?

Fran dijo...

Oiga, Montt... la comprensión lectora anda en baja...
Obvio que el candidato es Ricardo,y el pelotudo comentarista es Mauricio. Pero como el candidato se promociona como "Israel" y sin gigantografías, palomas y 'flayers' que revelen su imagen, la gente va a pensar que es el pelotudo. He ahí el problema.

En cuanto a la suciedad del ejercicio democrático, toda la razón. Pero eso no impide que uno se queje. O sea, hay gente que se queja del libre mercado, mientras elije entre los Levis y los Americanino, pues.

Por último, si estuviera en Chile ahora, se quejaría también. Ya no se ven los semáforos, los Ceda el paso, ni los discos Pare (pero el parte lo sacan igual) Si hasta monumentos nacionales han rayado.

Al respecto, cito al alcalde (y candidato a la reelección por La Reina, Luis Montt): "En los postes tenemoslo necesario para tener presencia. Así que perdóneme, pero más allá de que se pueda o no se pueda, todo el mundo ha puesto propaganda poco menos que en la calle".

montt (el que no dibuja ni palitos) dijo...

Leí muy atentamente y no veo cómo se desprende que Ricardo deja de lado su nombre en su campaña (claro queda que deja sus zapatos).

Hay cosas mucho peores que Chile entero se prepare para la fiesta democrática de las elecciones municipales, ensuciando el local como corresponde para una fiesta de tal envergadura.

Tome, por ejemplo, las palmeras luminosas de los restaurant chinos, o esas luces decorativas que pusieron en Providencia con Manuel Montt para una navidad y que luego las dejaron para siempre.