Mientras más estilo antiguo sea la bicicleta, mejor. Ahora, si es como la de "Machuca", éxito total. Y si antes se usaban audífonos ínfimos, ahora por la calle van individuos con audífonos que incluso superan con creces el diámetro de la cabeza y que en los ochenta eran sinónimo de estar out.

Observando todo este fenómeno (al cual sólo he caído adquiriendo un precioso Ericofon) me ha dado con la nostalgia y he intentado llegar a mis recuerdos más antiguos. Y así como recuerdo que mi papá tuvo una renoleta color celeste (que de hecho ni él recordaba), he recordado aquellas imagenes o ideas alteradas, modificadas, o simplemente mezcladas con la fantasía propia de la infancia:
- Cuando era chica, estaba convencida que Argentina era una graaaan cancha de tenis, en la cual constantemente estaba jugando Paloma San Basilio vestida con un vestido de lentejuelas azules/negras, cantando "no llores por mí argentiiiiinaaaa". Cómo llegué a eso? Debo haber visto un partido de tenis importante en Argentina, y luego la versión de Evita cantada por Paloma San Basilio. Obvio.
- Alemania era un pais que quedaba sobre Chile (es decir en el cielo). Y como allá llovía tanto, y las calles eran antiguas de adoquines, la lluvia se filtraba y llegaba a Chile. Entonces, si llovía en Viña, era porque en Alemania estaba lloviendo a cántaros. Cómo llegué a esa conclusión? Cuando chica me acuerdo haber ido a dejar a mi abuela al aeropuerto, porque iba a Alemania a ver a mi tío. Y el avión se fue por los aires y se perdió en las nubes. O sea, Alemania estaba arriba. Lógico.
- Esa maldita publicidad de Altas de comienzo de los ochenta me tenía convencida que si íbamos a una sucursal de esa financiera, me iban a regalar un huevo en un canastito. Mentiras, puras mentiras.
- La canción del tío Memo respecto a cómo se alimentaba la guagua que estaba en la guata de su mamá se prestaba para interpretaciones. Y la mía era que la mamá se metía una cuchara con comida por su propio ombligo y así alcanzaba la boca de la guagua y le daba de comer. Claro, porque contaban que se alimentaba por el ombligo pero no especificaba por el ombligo de quién!!!
Aun no recuerdo en qué momento me di cuenta que estaba equivocada. Pero igual debe haber sido desilusionante darme cuenta que si iba a Argentina, no iba a encontrar a Paloma San Basilio.